Desesperación...
Había un tiempo, en que el mundo era dulce y las nubes daban sombra bajo el sol. Un tiempo de blanco y verde, de hojas y río. En la mañana vibro un eco extraño. Lo vi, estoy seguro. No hay duda, murió. Ya lo sabía, solo quería que pasara en otro momento, otro lugar, con otra gente. Los murmullos se han callado, desaparecido en el vago rincón del mundo, que se mueve con el vaivén del tiempo, acallando los rumores que cuentan sus historias, desmintiendo verdades a cada minuto. Ha muerto, claro, sobrevivió por sobre sus fuerzas, llevando el peso del mundo, y llevando su propia carga, tanto mas pesada. La balanza se vuelca briosa, sospechando que el sustento ha perecido, los hilos se tuercen con ritmo de furia. Su muerte desató la tormenta de fuego. El final, pies entumecidos, me sorprendo, viendo la ráfaga de rayos, se fue. Adiós esperanza.
Hoy no es un buen día. Aún tengo dudas que debo despejar antes de...
Que tengan un buen fin de año. Saludos y cuiden aquello que han conseguido y miren hacia atrás, valoren esos tiempos menos buenos, porque enseñan los confines del mundo.