sábado, agosto 16, 2008

Hilos y Horas

El mundo pende de un hilo,
el tiempo se congela con el rostro de la tierra,
un grito callado en la brisa,
un llanto esperando una luz.

El mundo pende de un hilo,
la vida en hielo se mezcla,
un rugido, un lamento.
El miedo mata mis miradas.

Siento que el mundo no me ve, que el aire no me toca. Lo que veo, no tiene la importancia de tiempos pasados, las apariencias desaparecen. Todo lo que parecia significar, he descubierto, que no es nada; un quejido intrascendente entre los campos llenos de vida. Pido un segundo para mi, pero no llega, el miedo de quienes viven atemorizados me toca, me hiere, puedo resistir el mundo entero, pero el miedo de los atemorizados me ataca; despues que dejó de importarme el mio, tras tanto dolor, es ahora el ajeno el que entorpece. El mundo no es cierto, las luces se apagan. Un canto se escucha al horizonte: ¿lo oyes? Es ese pequeño murmullo, es todo lo que la vida nos muestra, antes de él: el abismo, el río y el cielo. Correr, caer, trepar y volver a correr, parece no terminar, no acabarse. Pero termina y estaremos allá, donde el murmullo es canción clara y voz firme. El tiempo no cuenta ahí.

PD: Hay tanto que decir y es dificil; sólo imagenes por hoy, imagenes que no se interpretan sino que se sienten.
Adios.

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